jueves, 29 de octubre de 2009

resultados

En primera instancia, en cuanto a la forma como se exponen al material televisivo los niños podemos inferir lo siguiente: en un primer momento, los pequeños sentían la presencia del observador, conforme el tiempo pasó se relajaron y se lograron concentrar en el material.
Se establecen relaciones interpersonales mientras están viendo el programa, comentan algunas cosas chistosas, incluso se ríen, imitan ruidos y hacen suyas frases de los personajes; y como es un grupo que se conoce, logran utilizar ciertos mensajes para hacer referencia a algún aspecto de su vida, o simplemente comentar el contenido: "Este te va a hacer una carta bien grosera" (Eduardo). Sin embargo, cabe mencionar que la mayor parte del tiempo están concentrados. Llama la atención por ejemplo, como en los anuncios se relajan, mueven su cuerpo, incluso llegan a pararse.
En cuanto a sus hábitos de consumo los niños afirman lo siguiente:
"A mí, mi mamá me deja ver 3 caricaturas al día y los sábados y días así, me deja ver más"( Bernardo).
"Puedo ver todo lo que quiero" (Verónica), (sin embargo, hace referencia a que en las tardes regresando de la escuela come y después se va a sus clases de ballet y de pintura).
"Puedo ver la televisión de las 7 a la hora en que me acuesto; pero a esa hora me tengo que bañar y cenar" (Eduardo).
"Puedo ver una hora" (Rodrigo). "A mí me la dejan ver a las s/ete"(Ana).
En este sentido se infiere que la televisión ocupa un lugar importante en la vida de estos niños, pero no es la única actividad que tienen en sus tardes. También se percibe la presencia de los padres (madre) al imponer ciertos horarios o actividades que desvían la atención que los niños pueden prestarle.
Cuando se les preguntó a los niños por qué tenían horarios para ver televisión, sus respuestas se inclinaron a una tendencia:
"Me hace daño a los q/os"(Rodrigo). Te vuelves taradito, te enseña cosas que no son buenas, groserías" (Bernardo).
"Te hace daño al cerebro, te enseña violencia, mucha violencia que no es buena" (Eduardo).
No se puede afirmar que los niños sean realmente conscientes de estas afirmaciones, lo que sí se puede inferir es que son los discursos que escuchan de los mayores, principalmente de los padres.
Ya entrando en el manejo de los datos relacionados con la semántica se observó lo siguiente:
Los niños lograron determinar perfectamente la edad de los personajes. Para ellos son: chistosos, groseros, tontos, traviesos y pobres. Asisten a un escuela de gobierno en donde "no les enseñan otro idioma" (Bernardo), "/os dejan hacer lo que quieren" (Verónica) y "no tes enseñan tan bien" (Eduardo). Hornero es borracho, tonto, pelón gordo, feo, no es buen papá porque ahorca a Bart. March es enojona y es más lista que Hornero. Lisa también es muy lista y es buena niña porque no hace travesuras.
En cuanto a la dinámica que se establece en la familia Simpson perciben que no se ayudan cuando tienen problemas, no se tratan bien.

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