miércoles, 28 de octubre de 2009

competencias linguisticas

Se relaciona con la adquisición y desarrollo del lenguaje. Como se ha dicho antes, éste es el sistema de símbolos articulados que permiten el entendimiento entre las personas, porque se respalda en una convención social previa. La importancia de esta competencia, va más allá incluso de lo que el mismo lenguaje nos permite decir. El pensamiento está determinado por el lenguaje: sólo podemos pensar aquello que nuestras palabras nos permiten. Si hacemos el ejercicio reflexivo de estar en silencio, constataremos que cada cosa pensada silenciosamente, está determinada por las palabras con las que contamos. Aunque los demás no sepan de nuestros pensamientos, ellos se dan mediante las posibilidades del lenguaje. Incluso, cuando tenemos sensaciones para las cuales no tenemos nombre o palabras asignadas, vemos cuan difícil es explicarle dichas sensaciones a otros, o incluso cuan complicado es concebirlas para nosotros mismos.
Así que el lenguaje no es sólo lo dicho, sino lo pensado, y, sobre todo, lo por decir. Savater, habla de un querer decir. Usa el ejemplo de un extranjero, quien nos habla en otro idioma, desconocido para nosotros; a pesar de eso, sabemos que por su condición de Ser Humano, comunicante y social, esa persona está queriendo decir algo, así no comprendamos con precisión de qué se trata. Cuando vemos a otros seres humanos hablar, sabemos que están queriendo decir algo, y ese querer decir nos identifica como seres humanos. Él mismo narra de la sensación experimentada por los seres humanos con el lenguaje: ser conscientes de que hablamos en una lengua no inventada por nosotros, nos hace sentir que compartimos muchas cosas con ellos: la lengua no me la inventé yo. No se la inventó nadie. Ha sido el continuo conversar entre los hombres y las mujeres de la historia lo que ha creado idiomas, dialectos, jergas y argot.
Una de las principales características del lenguaje, es su condición de sistema simbólico abierto: no tiene limitaciones para producir gran cantidad de mensajes. Si bien las letras del alfabeto constituyen un conjunto cerrado, delimitado, no lo son ni la creación de palabras, ni menos aun la posibilidad infinitamente abierta de producir mensajes con esas palabras. A diario podemos crear palabras para designar objetos, costumbres, sensaciones o situaciones novedosas para las cuales puede o no haber palabras asignadas por la cultura. Año tras año se hace indispensable renovar los diccionarios, ante el inevitable desuso de algunas, y la incorporación de muchas nuevas palabras. Sebastiá Serrano, entiende el lenguaje como un logaritmo, es decir como una posibilidad adquirida de poder entender muchos mensajes posibles, a partir de unos mínimos básicos, como son las letras, y las reglas sintácticas que especifican las condiciones para su uso.
Tal es la contundencia de estas ¡deas, que autores como los mencionados Savater, Maturana, y muchísimos otros como Lyotard, Morin, Santo Tomás, San Agustín, por sólo mencionar algunos, no han dudado en afirmar que el lenguaje nos da el certificado de existencia como seres humanos.

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