En nuestro caso, reivindicando la importancia de una valoración, no solo operativa del asunto, sino una valoración ética focalizando en lo bueno y lo malo que trae consigo internet, como medio de comunicación interpersonal.
De esta manera, tal vez generemos a tiempo opciones para sacarle el mayor provecho a la herramienta, con e( menor riesgo para con nuestra propia calidad de vida como personas.
Es necesario y conveniente aceptar la necesidad de establecer límites.
Muchas veces, cuando se llega a dominar con maestría ciertos aspectos técnicos de una disciplina, se siente una agradable sensación de ausencia de límites en las metas que se pueden alcanzar.
A veces, se tiene la estimulante impresión de que efectivamente es posible conseguir resultados que nadie había logrado obtener antes. Y para reforzar la alegría: ¡Los hechos pueden demostrar que esto puede ser cierto!
Internet y sus efectos multiplicadores de nuestra capacidad de conseguir información y comunicarnos, de una manera nunca antes vista en la historia, han generado un punto de inflexión.
Todo este proceso de incremento de la confianza en las posibilidades del hombre y la tecnología, tiene aristas muy positivas pues aumenta la potencialidad creadora de las personas y además refuerza la autoestima.
El problema es responder con precisión en cada caso: ¿Cuál es el límite al emplear nuestras habilidades en nuestra vida personal o profesional? Esta pregunta no tiene una contestación fácil de encontrar.
Buscando la raíz del asunto, las respuestas que demos a la interrogante son mucho más importantes de lo que, en general, estamos dispuestos a reconocer en el rápido ir y venir de nuestra vida diaria.
Entre pares, con igual nivel de habilidades y responsabilidades, esas respuestas son las que establecen la diferencia cualitativamente más importante, cuando consideramos las actitudes que asumimos. En definitiva, de lo que somos.
Seguramente pueden encontrarse sesudas respuestas a esta pregunta que reflejan lo que debería ser el modelo teórico ideal y otras para definir senderos en la práctica de todos los días.
Tanto en el mundo del deber ser, como en el mundo real la búsqueda de estas respuestas es apasionante, y la realizamos, en mayor o menos medida, todas las personas durante toda la vida.
En el terreno ideal se rescata el valor del legado de los maestros. Aquellas personas en las que se ve reflejado lo que cada uno quisiera alcanzar. Un valor que se puede apreciar mucho mejor en la interacción personal que por internet.
En el terreno práctico nos enfrentamos a la necesidad de saber qué está bien o mal ante cada encargo que realizamos, en los que acceder al conocimiento adecuado en forma oportuna es una enorme ventaja comparativa.El reto es que los ejemplos de vida, especialmente de los maestros, no caigan en saco roto incluso para internautas que ven en su PCs(computador personal) a un potencial interlocutor válido durante una gran cantidad de horas al día.
Otro reto es controlar las ansiedades de mayor información, aun en los casos que sabemos por ejemplo que invadimos la privacidad de personas o instituciones, también indebidamente.
En todos los casos, las enormes posibilidades del instrumento Internet no nos deben hacer perder de vista que nuestra interacción humana debe tener un destinatario humano que recoja el mensaje y lo capitalice.
De la misma manera, el acceso no autorizado a bancos de datos reservados, que sabemos es potencialmente posible, constituye un delito perfectamente tipificado en muchas legislaciones y además es éticamente reprobable.
Con sus potencialidades, interne! no es más que un enorme recipiente apto para el intercambio de información y conocimientos, que usamos como herramienta para ser mejores en nuestra vida en sociedad, con las demás personas.
Internet está ocupando un lugar cada vez más importante en la relación entre las personas. Un lugar ganado por mérito propio, que no debe hacernos olvidar que somos esencialmente seres humanos, interactuando con seres humanos.
La sociedad necesita, hoy más que nunca en la era de la tecnología, que valores tan importantes como la relación personal se mantengan sanos y fuertes, poniendo a Internet en su justa dimensión; ni mas ni menos. Será necesario saber escoger las mejores opciones, como muy bien plantea Carlos Valles.
LA BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
Ingenieros José. Las fuerzas morales, Buenos Aires, Ediciones Fausto, 1993
Singer Peter. Etica para vivir mejor, Barcelona, Editorial Ariel, 1995
Valles Carlos. Saber Escoger. El arte del discernimiento, Bilbao, Editorial Sal Terrae, 1986
Vaz Ferreira Carlos. Moral para intelectuales, Buenos Aires, Editorial Losada, 1962
Villarmarzo Ricardo. Etica profesional normas locales e internacionales estudio comparado, Montevideo, Imprex, 1988
Watte Pedro. La ética ante la tecnología, Quito, Ediciones de la Universidad Católica, 1982
miércoles, 28 de octubre de 2009
es necesario y conveniente aceptar la necesidad de establecer limites
Etiquetas:
hacia un principio comunicativo
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